Resumen
La sostenibilidad financiera, la transparencia y la rendición de cuentas o la medición del valor y del impacto generado en la sociedad son, entre otros, algunos de los grandes retos a los que se enfrenta el sector fundacional actualmente. Para alcanzarlos, sin embargo, estas entidades sin ánimo de lucro deberán superar amenazas como la falta de relevo generacional o la ausencia de nuevos voluntarios que las mantengan activas y con la capacidad suficiente para desarrollar su altruista actividad con plenas garantías.

La sostenibilidad financiera, la transparencia y la rendición de cuentas o la medición del valor y del impacto generado en la sociedad son, entre otros, algunos de los grandes retos a los que se enfrenta el sector fundacional actualmente. Para alcanzarlos, sin embargo, estas entidades sin ánimo de lucro deberán superar amenazas como la falta de relevo generacional o la ausencia de nuevos voluntarios que las mantengan activas y con la capacidad suficiente para desarrollar su altruista actividad con plenas garantías.
En este contexto, Fundaciones de Navarra ha creado un grupo de trabajo sobre Voluntariado Corporativo con el objetivo de difundir una figura que consideran clave para canalizar nuevos recursos a sus asociados. La iniciativa en cuestión ha atraído el interés, por el momento, de un grupo de empresas de la Ribera entre las que están Florette y Grupo Enhol. Así lo confirmó Gemma Merino, responsable técnica de Fundaciones de Navarra, en el encuentro “Canalizar la filantropía en el territorio” celebrado el pasado jueves en Tudela.
“Queremos alinear el compromiso de los sectores público y privado con el de las personas y la ciudadanía que atienden nuestras asociadas y que estaba en riesgo por la carencia de recursos o falta de relevo generacional en el voluntariado, entre otras causas”, explicó Merino.
Además, el encuentro contó, entre otras intervenciones, con la participación de IMANcorp FOUNDATION, fundación del GRUPO IMAN, una entidad sin ánimo de lucro que empieza su actividad en 2016 en Cataluña con el fin de contribuir a que la sociedad se desarrolle en un entorno más tecnológico, más digital y más inclusivo. Con esta finalidad la fundación impulsa la innovación a través de ayudas a emprendedores, fomenta la cultura del estudio y del trabajo y apuesta por el talento inclusivo a través de los programas de diversidad destinados a empresas.

En este sentido ImanCorp Foundation ha iniciado una interesante colaboración con Fundaciones de Navarra para apoyar a empresas y fundaciones que quieran implementar un “Plan de Voluntariado Corporativo” ya que son expertos en su diseño e implantación. Esa iniciativa se pudo conocer en el debate abierto con los asistentes en torno a la figura del voluntariado corporativo donde se anunció el acuerdo ya mencionado. Un foro en el que junto con representantes de ImanCorp, también tomaron parte la Fundación Solera Asistencial, Grupo Enhol y Caja Rural.
En esta línea es de destacar la experiencia consolidada de Caja Rural de Navarra, que aportó al diálogo ejemplos del Voluntariado corporativo que llevan realizando. Para esta entidad es fundamental alinear y compartir los valores de las personas participantes con los de la organización para “conseguir mayor impacto de estas actuantes”.
Grupo de Trabajo sobre Voluntariado Corporativo
Respecto al Grupo de Trabajo sobre Voluntario Corporativo, Gemma Merino confirmó que “las reuniones individualizadas” que empresas y fundaciones mantienen “desde el pasado año” habrían permitido a estas últimas trasladar su preocupación por la continuidad de los proyectos y actividades que realizan.
El grupo de trabajo, por tanto, “pretende alinear el compromiso de los sectores público y privado con el de las personas y la ciudadanía que atienden nuestras asociadas y que, entre otras causas, estaba en riesgo por la carencia de recursos o la falta de relevo generacional”, detalló dicha responsable.
Estas manifestaciones se produjeron, además, en el marco de una jornada donde, por otro lado, se expusieron experiencias inspiradoras, modelos de éxito y oportunidades de colaboración público-privada en el sector fundacional de Navarra.

Así, Rosa Gallego, directora de Relaciones Internacionales y Fundaciones Comunitarias en la Asociación Española de Fundaciones, fue la primera en intervenir con su ponencia “Fundaciones Comunitarias. Un modelo en auge que vertebra y articula las entidades sin ánimo de lucro (ESAL) en el ámbito local”. En ella explicó que dichas entidades constituyen “una fórmula original e innovadora” para canalizar la solidaridad, la filantropía y la responsabilidad social cuyo objetivo es mejorar la vida de las personas que viven en una comunidad. “Son un instrumento de la sociedad civil que, con la colaboración de las administraciones públicas, ayudan a quienes quieren ayudar”, añadió.
En ese sentido, Gallego detalló cómo las Fundaciones Comunitarias sirven a los donantes (empresas, administraciones y particulares) por un lado y, por el otro, a las organizaciones sociales. A las primeras, les aporta conocimiento y experiencia para “canalizar sus recursos hacia la filantropía de una manera estratégica, colaborativa y pensando en el largo plazo”. En el caso de las segundas, por su parte, “actúan como sus interlocutores convirtiéndose en un lugar de encuentro para diferentes actores y sensibilidades”, apuntó. Por ello, según Gallego, las Fundaciones Comunitarias presentan como principales fortalezas que “son locales, multicausa (abordan cualquier necesidad que se produzca en la comunidad), con capacidad para generar actividad, confianza y, todo ello, siempre con una mirada a largo plazo”.
Emprendimiento, intraemprendimiento y patronatos
El vicepresidente de Fundación Tudela Comparte, Manuel Campillo, por su parte, centró su reflexión sobre emprendimiento e intraemprendimiento en el sector fundacional. En ese sentido, recordó cómo el punto de arranque de su entidad fue “un grupo de voluntarios dispuestos a ayudar a otras personas que lo necesitan” hace ocho años.
Campillo expuso, también, cómo apostaron por trabajar en redes y alianzas que pusieran en el centro a las personas “porque la inclusión precisa de muchos agentes” y eso les permitió poner en marcha un comedor social al que siguió una tienda de alimentación, el desarrollo de un plan de formación específico para personas excluidas y, por último, la puesta en marcha de una empresa de inserción para generar empleo. “Así cubrimos el círculo de la exclusión a la inclusión: primero alimentamos, luego formamos y creamos empleo”, señaló.
El resultado de todo ese trabajo es que hoy Tudela Comparte cuenta con siete trabajadores y 160 voluntarios. Unos números que su vicepresidente achacó a su “gestión interna, rigurosa, participativa, abierta y transparente”. Por lo que respecta a su futuro consideró que le queda por alcanzar un doble reto. El primero, la sostenibilidad financiera del proyecto. Y, junto a este, la sucesión o “cómo conseguir que otras personas se incorporen a esta dinámica frente a quienes lo van dejando por cuestiones de edad y otras circunstancias”, expresó.
Finalmente, Aladino Colín, presidente de Co.ciudadana y patrono de Fundación Arquitectura y Sociedad abordó el rol que deben desempeñar los patronos para dotar de liderazgo social a sus entidades. En su opinión, dichos responsables tienen que asumir un triple compromiso. En primer lugar, ser los depositarios del espíritu fundacional. “Su obligación es preservar, trasladar y desarrollar el legado de quienes crearon y pusieron en marcha la organización”, apuntó.
Por otro lado, Colín consideró que los patronos deben apoyar a sus equipos directivos “trasladándoles apoyo, aliento e impulso para que se sientan respaldados en su día a día”. Y, en tercer lugar, reclamó su implicación directa en la gestión de los recursos económicos y financieros. “Ahí, una de sus labores fundamentales será garantizar los medios necesarios para lograr una situación saneada y equilibrada que garantice a la fundación el desarrollo de su actividad de forma sostenible en el tiempo”, completó.
Sobre Fundaciones de Navarra
Fundaciones de Navarra constituye una red comunitaria que tiene como propósito impulsar el asociacionismo efectivo y la generación de oportunidades de colaboración que permita el desarrollo de nuevas posibilidades para la acción filantrópica en Navarra compartida por el sector fundacional, empresas y Administración pública. Para ello, impulsa la profesionalización de la acción social así como la transferencia de conocimiento y buenas prácticas en favor del interés común y la ciudadanía de la Comunidad foral.