Fundaciones de Navarra apoya iniciativas que fortalecen el Sector Fundacional a nivel estatal.

 

Fundaciones de Navarra ha apoyado la propuesta de reforma sobre el régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo a nivel nacional, en la que se proponen medidas para fomentar la filantropía de personas y entidades y que podría incentivar futuras reformas fiscales en otras zonas geográficas.

En concreto, desde Fundaciones de Navarra se ha apoyado la propuesta de reforma de la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo promovida por la Asociación Española de Fundaciones junto con otras asociaciones de fundaciones y entidades de ámbito nacional.

Demandas a la propuesta de Ley

La propuesta de reforma solicita una ley actualizada para todos los fines de interés general en cuya definición también participe el sector fundacional. Es necesario desde la transversalidad, actualizar los fines de interés general que recoge la ley y contemplar expresamente sectores como la inversión sostenible o de impacto social, la divulgación científica o el emprendimiento social realizados desde las entidades sin fines de lucro.

Se trataría de dar participación al sector en la definición de las áreas prioritarias de mecenazgo o cuando se quieran reforzar algunos incentivos en áreas específicas de interés general.

Así mismo es fundamental adecuar al nuevo entorno el concepto de mecenazgo y por lo tanto hacer compatible la donación con el reconocimiento a los mecenas o donantes; reconocer definitivamente el mecenazgo de competencias o profesional, es decir, la prestación de servicios profesionales sin contrapartida económica como han hecho ya algunas Comunidades Autónomas. Además, es necesario contemplar nuevas fórmulas de financiación de las entidades sin fines lucrativos condicionadas a los resultados de impacto social que logren, o la financiación gratuita de sus actividades.

Por otra parte, se hace imprescindible generar y aprovechar el potencial de muchas entidades sin fines de lucro con capacidad para invertir, para que lo hagan a través de inversiones alineadas con su misión social, a través de inversiones de impacto social.

Así mismo, el buscar fórmulas que fomenten los llamados ‘fondos de dotación’ o ‘endowments’ que promuevan y refuercen el modelo fundacional, como patrimonio independiente afecto a fines de interés general.

Un elemento fundamental es que la reforma de la ley se oriente a implicar más a la ciudadanía para hacer que más personas ejerzan la filantropía activamente. Para ello, se trataría de avanzar en el modelo de deducciones, ampliando los límites, más allá del micromecenazgo, potenciando el mecenazgo de las personas físicas y adecuando los incentivos a sus capacidades de contribuir. Así mismo, el poder incorporar a las plataformas de financiación participativa consistentes en donaciones promovidas por y destinadas a entidades sin fines de lucro.

Resolver las deficiencias del modelo actual

Para concluir, la propuesta de reforma plantea que la estructura actual es adecuada, pero son necesarios ajustes en la propia definición de las entidades sin fines de lucro y, por tanto, en el régimen del mecenazgo. “No podemos dejar de mencionar el difícil encaje que tiene un tributo como el IVA para las entidades sin fines de lucro que no actúan como empresarios y para las que se convierte en un coste que acaba repercutiendo en sus beneficiarios o en una menor aplicación de sus fondos a sus fines. Es necesario buscar soluciones”.